miércoles, 5 de diciembre de 2012

Anarquía en el Uke por Beyond

Traduje esto hace aaaaños, muchos años atrás. Me gustaría proveer un link en el cual leer el original pero Beyond borró todos sus fics hace un tiempo. :/

Resumen: Bill sabe que Tom se divierte leyendo historias sobre ellos dos. Las cosas cambian cuando Tom se encuentra con un nuevo término: uke.
Rating: R
Anarquía en el Uke


De nuevo Tom estaba riéndose como un idiota con Georg, quien estaba sentado a su lado sonriendo. Gustav tampoco sabía qué era tan gracioso. Era una particularidad de Tom que cuando no habían adultos alrededor (bueno, al menos adultos responsables), se pusiera a leer las estúpidas historias que las fans escribían y subían al internet haciendo preferencia por aquellas en las que follaba a Bill.

Georg, en realidad, no lo entendía, pero pensaba que era divertido que Tom lo hallara tan gracioso que a veces se cayera al suelo de la risa, y tan gracioso que molestara a Bill. Gustav no les seguía la corriente, sin entender por qué la gente escribiría eso, además que comprender por qué Tom lo encontraba tan entretenido estaba más allá de su entendimiento.

—El modo en el que sigues… en serio, voy a acabar pensando que eres gay o algo así —dijo Bill, intentando sonar irritado—. Y gay por mí, como si fuera poco. Pervertido.

Bill revisó su maquillaje y se puso más delineador de ojos.

—Tienes que leer algo de esta mierda, Bill, es asombrosa —dijo Tom, comenzando a reír de nuevo.

—Es fantasía —recalcó Bill, pensando que lidiaba mejor con la imaginación de sus fans que Tom, a pesar de no salir a la búsqueda de ese tipo de cosas. Muchas fans lo querían, así que escribían historias sobre él y le hacían hacer lo que harían si estuvieran en su posición. “Posición”, ja-ja-ja, podía imaginarse que Tom lo encontraría divertido.

Sus ojos lucían genial, sus cejas lucían perfectas y su cabello estaba bien… Entonces, Tom paró de reírse y Bill se giró y preguntó:

—¿Qué pasó? ¿Una historia en la que te castré? Porque seguro te lo merecías después de lo que supuestamente me has hecho.

—No, hay un palabra que no entiendo —contestó Tom, mirando fijamente la pantalla.

Georg rió y dijo: —¿Solo una?

—“Uke”. ¿Qué significa? —inquirió Tom—. La autora “Crazy Amis” siempre sale con cosas nuevas.

—Debe de ser U.K mal escrito, ya sabes, de Gran Bretaña —intervino Gustav.

—Pero dice “Tom es uke”. No tiene sentido.

—¿Por qué no lees para enterarte? —sugirió Bill.

—Está bien —dijo Tom, haciendo clic. Estuvo callado por cinco minutos y los otros tres chicos habían empezado a ver las noticias cuando de repente hipó y cerró el navegador.

Bill volteó y miró a su hermano blanco como una sábana.

—¿Qué pasó? —preguntó.

—Nada —dijo Tom con una voz que sonaba mucho más aguda que siempre.

Bill olisqueó algo interesante y saltó.

—¡Déjame ver! —exclamó, intentando alcanzar la pantalla.

Tom lo alejó mientras que con la otra mano borraba frenéticamente el caché, el historial y las cookies. Una vez hecho eso, se dejó caer en su asiento.

—No pasa nada, en serio.

—¡Mentira! —dijo Bill, sonriendo—. ¡Dame eso! —Cogió la laptop y la llevó a su litera.

—Vamos, Bill, es nada, ¡olvídalo, igual no encontrarás nada! —clamó Tom.

Bill lo ignoró, se sentó cruzando las piernas y puso la laptop encima de sus rodillas. El idiota no sabe sobre mi fiebre por el Google, pensó y escribió “tom kaulitz uke” en la barra de búsqueda. Para su disgusto, eso no le llevó a nada que le podría ayudar, por lo que entró a los favoritos de Tom y encontró la página web que siempre leía y lo reducía a lágrimas de puro regocijo. Excepto esta ocasión.

A la boca del lobo, pensó, esperando encontrar de qué se trataba todo el asunto "Tom uke" rápido y sin toparse con demasiadas muestras de él siendo violado por gente al azar.

Estaba por rendirse cuando localizó la opción “pairing” y encontró más de noventa historias de Tom y él sin ninguna mención de uke, aunque los resúmenes no dejaban mucho a la imaginación y las historias eran de la clase que Tom hallaba divertidas. Por un lado, Bill quería entender por qué su hermano creía que eran graciosas, pero por otro, estaba muy lejos de querer. Eran historias de Tom follándolo, y en eso había algo muy erróneo. No el sexo en sí, porque eran lo suficientemente cercanos para cualquier cosa, mucho más cercanos de lo que la gente podría entender, pero la idea de que Tom pudiera hacérselo…

Finalmente, en la historia noventa y uno algo con “uke Tom” fue mencionado en las notas. No eran usuales así que eso debía ser. Bill hizo clic y leyó y se puso rojo. Sonrió un poco y se atrapó a sí mismo casi babeando. Eran tan lindo, así como Tomi era lindo. Sus fans eran las mejores. Algunas incluso los comprendían. No era que hubieran hecho algo pero podían. Claro que podían.

Bill suspiró y se echó para atrás. Se sentía un poco como después de haber tenido sexo, reflexionó, como si necesitara un cigarro. En vez de buscar uno, se hizo de su teléfono y llamó a Tom.

—¿Por qué estás llamándome? Todavía estás en el bus, ¿no? —preguntó Tom, sonando grave.

—Bota a los Gs, tenemos que hablar —dijo Bill.

—Oh, no, no tenemos —negó Tom, de nuevo sonando un poco chillón. Nervioso.

Bill rió.

—Oh, sí, sí debemos —dijo, dando un golpecito con el piercing de su lengua al teléfono.

—Bill…

—No fue tan gracioso porque esta vez te excitó, ¿no? —soltó Bill.

Tom le colgó y un segundo después pasó corriendo la zona de las literas y salió del bus. Por suerte era de noche y no había nadie alrededor. Bill le dio alcance y lo acorraló en la puerta de un gran edificio de oficinas.

Puso sus manos en sus caderas, levantó una ceja y avanzó hacia Tom que protestó con suavidad.

—No es así, es una locura, es demasiado raro. Es decir, no podemos…

—Pero suena divertido —susurró Bill, apoyando una mano en la pared justo al costado de la cabeza de Tom.

—¿Ah sí? —dijo el mayor de los gemelos con voz aguda, empujando a Bill con los puños cerrados y sin verdaderas ganas.

—Ajá —contestó Bill, colando una rodilla entre las de Tom.

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